09/01/2007 Basándonos en una descripción de un camino de un mensaje de texto que sus amigas le habían enviado a Carlos, él, Tato y yo (Guille) nos dirigimos hacia ese destino. Después de varios kms. llegamos al “Puente Blanco”, un puente que cruza al “Río Santa Rosa” donde aún el río es joven, pero no deja de ser caudaloso y de mucha corriente. Allí nos encontramos con la familia de las amigas de Carlos, que de casualidad son vecinos míos. Me la pasé toda la tarde tirándome por la corriente del río con el padre y el hermano de las chicas. Luego una lluvia pasajera nos obligó a retirarnos del río, y a pesar de que nos habían invitado para ir a Yacanto, decidimos volver a la Villa, ya que allí habíamos dejado a parte de la banda. Pero por la noche Carlos consiguió comunicarse con el celular de sus amigas, y a pesar de que contestó el padre nos dio el pie como para ir para Yacanto. Si ir a Yacanto a la noche, como si fuera la capital de la joda, parecía una locura, por eso me gustó la idea. Así mientras Tato y Martín se quedaban en “A Punto”, Carlos y yo emprendimos viaje a Yacanto, 32 kms. de camino sinuoso pavimentado, en la plena oscuridad de la noche. Desde allí pudimos apreciar todas las luces del “Valle de Calamuchita”, desde “Los Reartes” hasta “Embalse”, además de un cielo lleno de estrellas y una medi Luna naranja que salía desde atrás de las “Sierras Chicas”. Llegamos al única joda de Yacanto, un Pub con cuatro mesas y un cactus, y que a pesar de ser martes por la noche allí había más onda que en la Villa. Carlos no paró de hacer amigos por aquellos pagos.












"Puente Blanco o Espinillo"



Dardo y Guille en las corrientes del "Rio Santa Rosa"