Los Marasca en la Villa

Un poco tarde, pero llegaron las fotos de Ivana, Cristian y Luqui, que estubieron en la Villa el año pasado.





Ivi y Luqui( en tarlipes), en el Rio Reartes.

El Turco y Wanchopee

En el agua

Fin de Año - Enero 2007

28/12/2006- A la 9:00 hs. Partió la primera caravana con Carlos Caffa, el Colorado, Guille y la Sisi. Carlos le metió pata al regatita y llegamos temprano, el Colo durmió todo el viaje, argumentando que se quedó toda la madrugada lavando su ropa. Así el Colo durmió en la sábana de la Sisi y la Sisi durmió todo el viaje sobre las bermudas del Colo.
Llegamos, y fuimos a “La Curva”, llovió con Sol, se nubló, llovió y volvió a salir el Sol.
Luego a la vuelta nos pusimos a cortar el pasto que ya nos llegaba al cuello.
Por la noche no pudimos ir a Frascaroli, el clásico del primer día, ya que estaba cerrado, así que terminamos en Tío Rico.

29/12/2006 Por la mañana nos encontramos con Erni y su amigo. A la tarde fuimos por recomendación de ellos y por primera y última vez a el balneario Miami en el Río Santa Rosa. Nada de sombra, hay que cruzar el río, queda lejos y encima las minas: pocas y masomenos.
Son las 12 hs. de la noche y todavía esperamos a la segunda caravana con el Tato, el Purrete y el Loco Lucas. En Crónica está la pantalla en rojo y en letras blancas dice “apareció Gerez – desapareció Oscar López”, al ritmo de la marcha de Sarmiento.

30/12/2006 Día del orto. Paseamos por Santa Rosa. Por la noche hicimos la previa en A Punto y luego fuimos a Gerlind, había poca gente, era un verdadero mar de huevos.

31/12/2006 Recibimos data de que Erika esta cerca de la Villa, pero por el momento no dio señales de vida.
Lucas propuso de ir al balneario “La Olla”. Yo quise ir en bicicleta, pero recibí la oposición del autoritarismo del Tato, que no soporta ver a alguien contento o en paz. A pesar de eso, fui fiel a mis convicciones naturales de aventura y logré que me dejaran libre al mundo de lo inesperado. Así el Tato estrelló las llaves del candado de la bicicleta contra el suelo, al mejor estilo Gaudio con su raqueta.
El viaje en bici hasta Santa Rosa es muy lindo, son 7 kms todos en bajada, con varios puntos de vista panorámica, cabañas ocultas en el camino, campos con ovejas y vacas, ranchos, un par de construcciones coloniales en refacciones, y dos cruces de un arroyo, que serpenteando parte al camino en tres segmentos.
Al regreso, por la tardecita, el Tío se había fugado con el auto, y cuando llegó recibió los retos desmesurados del Tato.
Por la noche Carlos hizo el asado y a las 00:00hs. brindamos por el año nuevo.

En La Olla

El Asador

Lucas Brindando.

La Banda

01/01/2007 Festejamos año nuevo en Gerlind, nada que ver con ayer, hoy estuvo muy bueno: Lástima que Erni y sus amigos no fueron, me parece que están más para “La Cautiva” que para otra cosa. En el boliche: Carlos Caffarena hizo nuevas amigas por todos lados; el Colo desapareció como de costumbre; Lucas se encaró a una Gorda ;y yo bien gracias. A la vuelta Lucas estaba descontrolado, tenía unas ganas de joder bárbaras. Martín y Carlos se durmieron en el pasto hasta que el Sol del mediodía los calcinó; yo le pegué de largo.
Por la tarde fuimos al camping Tanelwand. Luego despedimos a Lucas que partía a Rosario rumbo a realizarse un tratamiento de desintoxicación.
Me comuniqué con Gastón y le recriminé por qué no habían pasado a saludar. Le pregunté donde estaban parando pero no me supo o no quiso decirme, estaba en la ruta rumbo a Rosario y Erika estaba sola. Poco más tarde, Eri nos llamó y nos invitó a pasar el día.

02/01/2007 Visitamos a Eri, que estaba en unas Cabañas llamadas Villa Inés. Allí comimos unas empanadas. El tío oscar le enseño al Quiqui a hacer cigarrillos, pero luego le explicó que estaba mal fumar – que ejemplo! Luego fuimos al río “Los Reartes”, que queda a 6 cuadras de allí.

El Quiqui fue picado por un bicho raro, mezcla de grillo y alacrán, y enojado por la picadura quiso tirarle una piedra, pero se la pegó a Eri en un ojo, así se ganó encima de la picadura, un escarmiento.
La Clari estuvo tranquila como de costumbre y se tomó toda su mamaderita.
Parecía que el Quiqui se había hecho de una amiga en la playa, pero ante la mirada incisiva de la Eri, el Quiqui dejó a la nena sola y llorando.
Al Purrete le agarró una urgencia intestinal y tubo que ir a la cabaña de Eri a descargar antes de que se descargue solo.
Santiago llenó sus calzones de mucha, pero mucha arena; y a pesar de que le decíamos de que no se tire arena el seguía tirándose arena por la bermuda.
Por último el Purrete quiso manejar hasta la Villa, pero en una discusión, el Tato con razón no le dejó. Entonces el Purrete agarró y se las picó, dejando al Tato en la cabaña de Eri. Pero luego de unas cuantas vueltas manzanas, el Purrete desistió.

03/01/2007 El día estuvo medio choto y nos dedicamos a las tareas hogareñas. Terminamos de cortar el pasto, que ya la primer parte cortada creció de nuevo; lavamos la ropa, limpiamos la pileta, bañé a la Sisi; y nos rascamos un poco.

04/01/2007 Compramos unos sandwiches y fuimos a “Los Mirlos”, nos hicimos los zotas y no pagamos nada, nos ahorramos $ 30. A eso de las 5 nos volvimos por que parecía que se iba a largar a llover. Una vez en casa, nos deleitamos con una edición de “Los Profesionales del Espectáculo” en donde había corte de bikinis de chicas de lenguas filosas, de pronunciadas curvas y no muy de su hogar. Es increíble como el CONFER no levantó del aire a esa edición en la que se escuchó y se vio de todo. Carlos Caffarena tuvo que tirase a la pileta para sacarse la calentura.
Por la noche fuimos a comer al Ciervo Rojo. Luego lo encontramos a Erni y pasamos por “A Punto”.

05/01/2007 Todavía no entiendo como sucedió, pero la cosa es que, perdimos la billetera con el Fondo Común. Fue en el trayecto desde la caja hasta el auto. Yo no se que hizo el Tato con la billetera después de pagar, si se la dejó olvidada, si se le cayó y alguien la agarró o si se la manotearon del bolsillo. La cosa es que nadie sabia nada y nadie vio nada. Si bien yo lo apuré al Tato, por que ya era como las dos y media del mediodía y el resto nos estaba esperando y él se la pasaba leyendo todos los productos de las góndolas con gran parcimonia.

Con el Primo Erni