Semana Santa 2005
En Semana Santa, en la Cumbrecita, en uno de los circuitos turísticos. En este caso: rumbo a la Cascada Escondida. Había varios que se quejaban por la caminata, pero pronto el paisaje los recompensó.
En un momento decidimos tomar un atajo, y nos perdimos, pero gracias a mi sentido de la orientación encontramos de nuevo al camino.
El camino pasa por un lugar donde las rocas, por producto de la erosión, forman figuras, como si fueran esculturas cinceladas por el viento.
La figura mas caracteristica es la de la cabeza de un indio, a la que le ha agregado palmeras para que hagan de plumas.
En el camino nos encontramos con unos aguiluchos grandotes y con un monton de cabritos.
Finalmente llegamos a la Cascada Escondida, se llama así por que la tapa una gran piedrota. La cascada no es muy grande, lo que si el agua estaba congelada.Yo me quise meter, me metí hasta la cintura y me
empesaron a doler todos los huesos por el frío.
Acá estamos de regreso en la capilla de la Cumbrecita.
En los Ciruelos, un cheto restaurant de la Villa, en el cual casi nos hacen entrar por la puerta de servicio y nos hacen barrer los pisos, pero nosotros ibamos solo a comer. Aca estabamos todos: Carlos, Martin, Fernando, Guillermo (yo) y Pablo.
En Mate de Luna, en Santa Rosa, practicado Taton-Board a mas de 35.000 kilometros por hora.
Por el centro de Convenciones, comer en Don Pancho unos panchos cañon, una vuelta por el centro y volver a casa.
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